LA NATIVIDAD DE MARIA, Ghirlandaio

José Luis Sierra Cortés


El nacimiento de la Virgen, Ghirlandaio, Iglesia de Santa María Novella, Florencia

Con motivo de la festividad de la Asunción de María, 15 de agosto, comenté una serie de imágenes referentes a los diferentes episodios de la vida de María que iban desde el anuncio de su muerte hasta su asunción y coronación en el cielo. Hoy, 8 de septiembre, nos colocamos en el polo opuesto para celebrar su natividad.

No es muy abundante la iconografía del Nacimiento de María. Por su valor artístico podríamos citar el cuadro de Murillo, 1660, actualmente en el Louvre, preciosa composición barroca; la obra de Goya en la Cartuja de Aula Dei, 1772. Y particularmente la pintura aquí representada, pintura al fresco por la que siento especial atracción desde la Sociología del Arte por ejemplificar la subordinación del tema religioso a la ostentación de su comitente.

Me refiero a “La natività della Vergine”, realizada a entre 1486 y 1490 por Domenico Ghirlandaio y ayudantes de su taller, en su mayoría familiares. El fresco está situado en la capilla Tornabuoni de Santa Maria Novella de Florencia.

Era habitual en la sociedad renacentista florentina que las familias pudientes ejercieran el mecenazgo artístico, promoviendo, entre otras creaciones artísticas, la decoración pictórica de importantes capillas de iglesias, adquiriendo derechos sobre ellas y obligaciones de mantenimiento. El de la principal capilla de Santa Maria Novella corría a cargo de la familia Ricci. Cuando se vio la necesidad de restaurar los frescos de Orcagna, los Ricci se mostraron insolventes, momento que aprovechó la familia Tornabuoni para comprarle a los Ricci los derechos de la decoración de las paredes de la capilla. Con este fin los nuevos comitentes recurrieron al pintor Domenico Ghirlandaio, uno de los mejores retratista y fresquistas de todos los tiempos, si bien su nombradía, como la de otros excelentes artistas de la época, se vio mermada por la entrada en escena de Leonardo, Miguel Ángel y Rafael Sanzio.

En los contratos era norma establecida que el comitente manifestara sus deseos en tema y realización y pactara condiciones de ejecución. Giovanni Tornabuoni decide decorar las tres paredes de su nueva capilla con frescos dedicados a episodios de la vida de la Virgen y de San Juan Bautista. Se podrá discutir de la voluntad del comitente en promover la devoción religiosa, pero lo incuestionable es su voluntad de servirse de ella para potenciar el nombre y gloria de su mecenazgo.

Un breve recorrido por la sociología del Arte nos haría ver cómo se ha pasado de aquellas diminutas imágenes de mecenas, situados a uno y otro lado del tema religioso en la pintura gótica, a una representación de mecenas que entran en escena y participan en el tema religioso compartiendo tamaño pero conservando la indumentaria de la época en que se realiza la obra. Manifestación de una época en que lo profano se impone frecuentemente a lo religioso. Así lo vemos y comprobamos en este fresco de Ghirlandaio sobre el nacimiento de María.

El fresco nos presenta una lujosa sala con pilastras decoradas, impropia morada de Ana, mujer que suponemos de condición modesta. Arriba, a la izquierda, una bóveda de cañón sugiere profundidad. El espacio central está decorado con un friso de putti que hacen pensar en Donatello o Luca della Robbia. El tema religioso del fresco se centra en el lavatorio de la Niña María, sostenida por dos mujeres al tiempo que una tercera, - la única figura en movimiento- vierte agua en una jofaina. A la derecha vemos a la madre de la Niña, Ana, reclinada en su lecho. En la parte superior izquierda vemos de nuevo a Santa Ana, abrazándose con su esposo Joaquín ante una supuesta Puerta Dorada de Jerusalem, modo medieval de representar la Inmaculada Concepción de María.

Analizar o describir las figuras como acabamos de hacer no ofrece dificultad en un segundo momento. Lo normal es que, de entrada, ante este fresco, los ojos se nos vayan hacia el grupo de muchachas que han entrado en escena, en la que se desenvuelven, según el dicho popular, como “Pedro por su casa”. Es manifiesto que el mecenas se ha servido aquí de un tema religioso en pro de su gloria propia y de su familia. En este caso, dentro de la familia, ha querido resaltar, adelantándola al grupo, a la bellísima Giovanna degli Albizzi, casada con Lorenzo Tornabuoni. Esta joven es la que aparece representada en un cuadro de Ghirlandaio que podríamos calificar de “cuadro insignia” del museo Thyssen Bornemisza de Madrid.

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Esta fecha de 8 de septiembre nos invita a leer el “Geburt” (nacimiento) de María, el primero de los doce poemas que componen La vida de María del gran poeta alemán Rainer Maria Rilke.

Años más tarde, uno de los más sobresalientes músicos de la primera mitad del siglo XX, Paul Hindemith musicó (soprano-piano) los poemas de Rilke, Marienleben. El nacimiento de María, puede oírse a continuación:

El Nacimiento de Maria Oh, cómo debió costarle a los ángeles Cantar y no romper repentinamente en llanto, desde que supieron que en esa noche nacería la madre del Niño, el Único, que pronto habría de manifestarse Conmovidos, guardaban silencio mostrando la dirección donde se encontraba, aislada, la granja de Joaquín. Oh, sentían en ellos y en toda la Creación, el profundo embeleso sin poder ser parte de ello La pareja no cabía en sí ante tal labor una vecina vino y no supo cómo asistirlos sólo el viejo, cuidadosamente, fue a calmar una vaca oscura que mugía, pues todavía nada sucedia

Geburt Mariä O was muß es die Engel gekostet haben, nicht aufzusingen plötzlich, wie man aufweint, da sie doch wußten: in dieser Nacht wird dem Knaben die Mutter geboren, dem Einen, der bald erscheint. Schwingend verschwiegen sie sich und zeigten die Richtung, wo, allein, das Gehöft lag des Joachim, ach, sie fühlten in sich und im Raum die reine Verdichtung, aber es durfte keiner nieder zu ihm. Denn die beiden waren schon so außer sich vor Getue. Eine Nachbarin kam und klugte und wußte nicht wie, und der Alte, vorsichtig, ging und verhielt das Gemuhe einer dunkelen Kuh. Denn so war es noch nie.

La obra completa puede escucharse pulsando aquí