El reloj de la vida
reloj
Plegaria Sentirse mayor
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Contenido de la página
Me hago mayor, Señor,
Y ¡qué duro resulta
envejecer!
Ya no puedo correr ni
andar deprisa,
ya no puedo llevar
pesadas cargas
ni subir rápidamente
la escalera de mi casa.
Flaquea mi memoria y,
rebelde,
me oculta fechas y
nombres,
que hasta hace poco
retenía.
Me hago mayor, y los
lazos de afecto
juntados durante
largos años
se aflojan uno a uno
y, a veces, se rompen.
Se alejan y
desaparecen, más allá del tiempo,
tantas personas
conocidas, tantas personas amadas,
que mi primera mirada
al periódico
es para buscar
inquieto las esquelas.
De día en día, Señor,
me encuentro más solo,
solo con mis recuerdos
y mis penas de antaño,
siempre vivas en mi
corazón,
mientras que con
frecuencia muchas alegrías
parecen haber
desaparecido.
Hoy tengo tiempo,
Señor, demasiado tiempo,
un tiempo que se
amontona a mi vera,
que sepa acoger con
confianza a mis nietos, familiares, amigos…
y ser testigo de tu
amor gratuito.
Gracias, Señor, porque
me concedes estos años de paz,
que tenga tiempo para
orar, para encontrarme
o para recibirles en
mi casa y que sepa transmitirles esperanza.
Amén
Y ¡qué duro resulta envejecer!
Ya no puedo correr ni andar deprisa,
ya no puedo llevar pesadas cargas
ni subir rápidamente la escalera de mi casa.
Flaquea mi memoria y, rebelde,
me oculta fechas y nombres,
que hasta hace poco retenía.
Me hago mayor, y los lazos de afecto
juntados durante largos años
se aflojan uno a uno
y, a veces, se rompen.
Se alejan y desaparecen, más allá del tiempo,
tantas personas conocidas, tantas personas amadas,
que mi primera mirada al periódico
es para buscar inquieto las esquelas.
De día en día, Señor, me encuentro más solo,
solo con mis recuerdos y mis penas de antaño,
siempre vivas en mi corazón,
mientras que con frecuencia muchas alegrías
parecen haber desaparecido.
Hoy tengo tiempo, Señor, demasiado tiempo,
un tiempo que se amontona a mi vera,
que sepa acoger con confianza a mis nietos, familiares, amigos…
y ser testigo de tu amor gratuito.
Gracias, Señor, porque me concedes estos años de paz,
que tenga tiempo para orar, para encontrarme
o para recibirles en mi casa y que sepa transmitirles esperanza.
Amén